El sentimiento es algo que no se puede ocultar, durante el viacrucis de nuestra hermandad Sacramental de San Juan Bautista, Mª Luisa Moya vivió con todos y cada unos de los hermanos y vecinos de este nuestro Pueblo el camino y los pasos señalados que dio Jesucristo caminando hacia el Calvario, portando en sus hombros al Cristo del Amor. Presente siempre, aunque antes de una forma anónima en estos acontecimientos, y digo esto porque desde hace años realiza su estación de penitencia al lado de sus hijos, nuestra candidata piensa que esto es algo que nos pertenece, que es nuestro, que tenemos que conservarlo y que no sólo le da valor a nuestro Pueblo, a nuestra historia y a cada uno de los sanjuaneros sino que además es el mejor de los sentimientos y la mejor herencia que le podemos dejar a nuestros hijos. Ellos han de seguir con este legado para que nuestro Pueblo no pierda sus valores y su propia identidad es la única herencia cuyo precio sólo es el compromiso desinteresado.
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